En el podio del power metal Helloween tiene una sola carrera y esa es la de superarse a si mismos. Hoy Helloween tenía un solo enemigo a vencer, su propia historia, esa pesada mochila que lleva a cuesta desde hace años.
Glambing with the devil viene a escribir una nueva historia. No estará a la altura de esos dos clásicos imprescindible para toda persona amante de la buena música, que son Keppers of the seven keys part 1 and part 2 (¿pero que disco lo está??), sin embargo llevara a la era Deris a ser reconocida de otra manera.
El disco esta lleno de frescura, con una formación que se afianzó. Una base sólida, Dani Löble (bateria) cada vez más asentado y el legendario Markus Grosskopf hacen a la banda potente y aplasta cabezas. Y un Andi Deris, cantando como nunca, con mucha potencia de vos, grandes melodías y tonos, además de muy buenas letras.
Pero entre lo más destacado del disco está, sin dudas, el lugar que ocupan las guitarras. Con unas melodías preciosas y solo muy bien pensados, jugando mucho con las guitarras gemelas, como hacía mucho no lo hacía Helloween. Este tremendo guitarrista que es Sascha Gerstner y el cerebro de la banda Michael Weikath hacen que este disco este en otro nivel.
El álbum comienza con una introducción, Crack The Riddle, con sonidos que simulan un carnaval y pegado a eso la aplanadora que es Kill It, con muchas reminiscencias a Push, del disco Better than Raw, placa que vendrá seguido a la memoria al escuchar este nuevo cd.
Sigue con The Saint un tema más melódico, al estilo Master of the ring. Mucho teclado y medio tiempo para el primer corte del disco As long as i fall. Potencia y grandes solos de guitarra en Paint a new World y Final Fortune.
Oscuridad nos trae The Beels of the Seven Hells que bien pudo haber estado en su anterior disco The Dark ride. Fallen to pieces tiene que ser el segundo corte del disco, guitarras más tranquilas, melodías más simples y un estribillo pegajoso, son la clave del éxito del tema. I.M.E. sigue el estilo marcado con temas anteriores de riff poderosos y buenos solos de guitarra.
El disco baja de revoluciones con Can do it, un tema raro, por así decirlo, ciertamente pegajoso, pero molesto, no es una balada, sino un tema con estilo pop.
Son muchas las cosas por las que el disco vale la pena, pero creo que lo más importante es el renacimiento y reinvento de la banda, que parecía condenada a la repetición y a tener que vivir del pasado.
EG Perfect Stranger
2 comentarios:
Muy bueno el análisis!.
Estoy de acuerdo, es un disco imperdible en todo sentido.
En mi opinión está entre los mejores discos del metal del siglo XXI
Excelente review!
No podría estar más de acuerdo respecto a Dreambound.. que temazo.. para mi gusto el mejor de todo el disco.
Y es verdad que Push = Kill it... sólo espero que a Andi le de la voz en vivo para cantarla.. incluso me gustó más que la del Better than Raw
Abrazo!
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